viernes, 29 de noviembre de 2013

ARRIBO

Ya estoy llegando mi amor, veo los techos de las casas y las colinas verdes que rodean nuestra casa, traigo carne, hoy comeremos carne cruda. Este cuerpo se agota, dudo mucho le quede más de unos días, todavía no he pensado dónde dejárselo al siguiente, quizá debí dejarlo y ya una vez pasó eso, pero bueno...no extrañará ni mierda todo este mundo físico....ni el otro, un vapor elevándose y punto....no dejen ninguna nota.

lunes, 25 de noviembre de 2013

DIMENSIÓN DIA 01

Ni esto ni lo otro, saldada la cuenta y con el cielo medianamente nublado, te dices aludiendo sobre Caicedo: Cultura de la subcultura, moral de lo amoral. Se marchó dejando tan solo un par de trapos y revistas de literatura, me llega al pincho estará diciendo; sin embargo de todas formas lo haría, estaba avisado; ni modo. Resta lo del disco, su extracción de la mortalidad rumbo a la eternidad, o lo efímero en el país de sordos. En seguida su respectiva presentación en vivo y hacia los arrabales de la destrucción.

Vuelven a tus pensamientos la ratas enfundadas en chalecos negros y cintas en la cola, cintas que si bien lucen repugnantes, combinan perfectamente con el acabado de sus chaquetas de piel;, vuelven y con ellas las luces que opacan la visión en el umbral de tu habitación, de pronto no quieres dejar ese rincón oscuro lleno de siniestras morbosidades como acariciar la quijada del insecto encallado en la penumbra, aquél que solo repite respiraciones dificultosas a ritmo lento y pausado]; tú lo acaricias pero en realidad apelas al genio que lleva dentro, sabes que solo de esta forma pordrás dar con él, y entonces si sucediera eso sin mayores complicaciones, acaso pensarías por un instante siquiera en asomarte a la luz?. Por eso te digo, libera los miasmas de tu organismo que dormitan enredados con la humedad del lugar, busca una rendija y concéntrate en ella; mientras puedes consolarte con viejos recuerdos de nalgas perforadas por el centro de su juntura, y tú disparando hilos de baba crema de tu boca atestada de cenizas, grasa y moco negro, dispara con ambos, dispara, dispara, el dedo, los dedos, el cañón, hacia el fondo, estruja, exprime, extrae, sacude.

Estuvimos hablando con Dean ayer por la tarde, le llamamos para pedirle un tema de Razor o si podíamos hablar con uno de ellos; pero estaban de gira,  felizmente el buen Dean dijo, ahí va su tema, y nada, fue en ese momento cuando es que asola a mi plano visual la imagen  de ti entre promesas y planes. Nos deshicimos en carcajadas recuerdas?, qué más podíamos hacer. Ahora tenemos este pequeño bar donde para describir tenemos viejas lacras, enjutas u obesas y toda la puta bibliografía de Somerset Maughan a medio devorar por las polillas, una pesadilla; a ver dime, podría alguien en su sano juicio vivir así? Ves que no, se trata de resistencia hermano, hay que resisitir, que disparen todo lo que tengan y nosotros también, el final no existe, tal vez tu extinción, que no es lo mismo, y no me discutas otra vez, confiemos que sí, que tan solo mudaremos de cuerpo u envoltorio y volverás, volveremos a intentarlo o a cagarla peor, lo otro ya no consiento su sola mención: una sensación de desprendimiento fugaz sucedida por la convicción de oscuridad perpetua, sin percepción, sin consciencia pero estando allí ineludiblemente?, no soportaría eso ni a balazos.
Ya es tiempo, volvamos...

jueves, 21 de noviembre de 2013

El arte de la renuncia


Detienes tu quehacer, sueltas lo que tengas en la mano y mueves tu cuerpo, caminas impasible, frente en alto, te acercas a la salida y le dices al de seguridad, no sé tú man, pero yo me largo, esto no es para mí, en realidad nada parece serlo, así que adiós. Y te largas. Afuera todo sigue igual.
Te invade una sensación de poder, de triunfo, qué has ganado, nada, pero has renunciado, eso es lo que cuenta. Recuerdas episodios similares en los que debías volver al centro de labor digamos que dentro de dos minutos, y desviabas tu ruta hacia el puente o el parque o simplemente a seguir caminando sin ningún propósito. Renunciado a todo, claro que sí; después todo es igual, todo permanece, menos tú, tú renuncias y deshaces de todo, nada puede retenerte, eres libre y salvo las putas necesidades vitales que hay que satisfacer cueste lo que cueste, porque no quieres morir, todo bien, el resto puede no estar, ser prescindido, ser nada. 

Lees, escribes, tocas guitarra, pero sobretodo te empeñas en consumir lo que sea para mantenerte fuera de tu lucidez, la cual es lo mejor que puedes anhelar y querer, ya que no hay como andar lúcido y liberado de interferencias mentales, pero no, a ti te gusta estar mareado, fuera de ti, alterado, no por odiarte, antes creías eso, ahora sabes que no es así, es tu vocación la que se juega la vida y los méritos con cada borrachera o pasada de vueltas, aun cuando por momentos llegues a pensar que está mal, a juzgar por el deterioro físico. De modo que te recuperas y sigues adelante con tu vida decadente respecto del rebaño, pero feliz y realizada respecto de tus ideales.

En tus travesías ves rostros, cuerpos enfundados en su grotesco conformismo consigo mismos, es decir, con el fruto de su esfuerzo en el trabajo y la familia y la sociedad. Y te cagas de risa, enajenas tu mente, no puedes ser todo así, claro que no, mírate, llevas años siendo distinto y sigues en pie, sano y salvo, tal vez solo pero bien. Por eso marchas imperturbable, siempre hacia adelante, aunque retrocediendo pero adelante, limpio de imperfecciones y reductos de lo imposible, como adaptarte, funcionar para esta máquina. Es cuando a veces alcanzas a leer cosas como: El interno perdió su libertad más no su dignidad, refiriéndose a un reo; y te preguntas si eso tiene sentido, cuál dignidad, en tu caso, tú perdiste la dignidad pero no la libertad, qué es la dignidad sino otro invento burdo de la moralidad contextual, a ti te llega al pincho ser digno de o que alguien sea o no digno, tú eres libre de, eso es, libre para o por, de manera que la dignidad se te hace ajena. Dicen que es aquello que te hace merecedor de respeto, pero entonces te preguntas, acaso no somos dignos como sociedad para merecer el tipo de mierda que nos bombardean con la televisión, quién se pone a pensar en eso; acaso no somos dignos para merecer el tipo de educación y oportunidades que tenemos en estos tiempos?. Tú ansias una guerra porque sabes que solo entonces sería importante la vida, la dignidad y todo eso, pero ahora no, a quién le importa la dignidad del otro, por ejemplo tú que te curtes, te cultivas y haces respecto del arte y la cultura, quién respeta eso, nadie, y tu dignidad, quién la destruyó? Claro!, tú mismo, tu libertad desaforada borró todo resquicio de dignidad o valor intrínseco que pudieras haber tenido por derecho civil, desobedeciste todas las normas, no te puedes quejar, pero tampoco remorder, has roto todo lo que se ha romper, congratulate, de todos modos la música y el arte siempre estarán ahí, mientras vivas, así que solo tienes que mantenerte vivo y rebosante, alegre y consecuente. Así que a seguir volando y corriendo a más de quinientos, que la meta no existe, pero sí la emoción de estar adelante, siempre arriba, hasta fundirte con las estrellas.

martes, 19 de noviembre de 2013

LAS CHICAS "HEMORRAGIA"



Lleva la morena un precioso jean rojo apretado, su amiga, la castaña, un leg jean celeste; caminan a pierna suelta y hablando a boquijarro lo divertido que sería hacerle meter la lengua a alguien al culo del perro que se caga delante de la casa de Fabio, o sea yo. Llaman tirando piedras cada vez más grandes a mi ventana, para cuando asomo la cabeza los veo abajo dispuestos a arrojar una roca de casi tres kilos. Dudo lo logren nenas, las reto. Y en efecto, la piedra por poco y le revienta la cabeza a la de celeste, pero la de rojo no haciéndose esperar, ya lanzó un trozo de ladrillo que impacta asombrosamente sobre mi frente. ¡Mierda!, me diste, grito, mientras recojo la chaqueta de los Black Oak Arkansas que está bajo mis pies desnudos y salgo raudo de mi habitación.

Los acompaña Núñez, el sujeto que continúa insistiendo con ambas desde la víspera; su cabello está prácticamente devorado por el fuego en todas partes, solo unas cuantas islas de mechones jaspeados es cuanto queda, y su ropa hecha jirones y muñones de vómito reseco. Hey bastardas, les digo, qué fue. Caminar zopilote, vamo a latear, contestan al unísono. Vamo pues.

En Huaskayork las tardes naranja de junio son las más pajas para andar sin pedos que no se suelten por cualquier parte o discusiones sobre la estética decaída del hardcore. La gente se limita a comentar para sus axilas lo estrambóticos que lucimos o lo poco educados que somos, pero sobretodo lo desvergonzadas que son ellas: Lucy, la de rojo, Carla, la de celeste, ambas sobrinas de Tulio, el dealer que murió hace un mes en la redada que hubo en Detroit Drugs city, allá arriba por Incho, por donde antes la Chola hacía a medio mundo cagarse de miedo con su fierrooote de ocho kilos que cargaba en el bolsillo, palteado como paraba.

¿Mis amigas?, qué va, ¿mis nenas?, todavía, son dos extraños seres con apariencia femenina que andan dando vuelta al mundo sin más empeño que seguir haciéndolo lo más agravantes que sea posible, lo menos femeninas también, y más que nada, lo más locas posible.

Veo el bus plomo que va atestado de personas hacia Pio pata, creo reconocer dentro varios rostros; ¿ese no es Julio?, ¿ese otro no es Roy?, ¿y aquél no es Adrián? Sí huevón, todos son tus patas, todos lo que quieras, dicen alguien. Claro, por qué no, todos podrían ser mis amigos si no fuera por... en serio, por qué nadie es amigo mío. Ah gracias, ¿y nosotros qué?, se está poniendo sentimental el Curaca Favio, ya casi llora, ya va llorar, miren... Quiere llorar, quiere llorar, oigo que termina de decir la muy puta de Lucy, la que siempre anda jodiendo, ya le dije que cualquier momento voy a dejar de coger con mis manos sus nalguitas de perrito ojiuva y hacer algo más, pero nada, parece desear pierda los estribos. 

Y bueno, por qué hacerla esperar más, voy y tomo entre mis manos su kekito de veinteañera; ven para acá, diciéndole, ya casi eh, estás para darte curso, eso es, mueve el rabito niña, así está bien, tú qué dices. Claro Curaca, claro, dale, ahora toma; ¿toma?; qué cosa, le digo; esto, contesta, y se orina sin más en todos sus pantalones. Yo veo mi mano humedecida sin más y rápidamente percibo el hedor a riñones podridos por tanto vodka que se ha metido durante el fin de semana. Puta asquerosa vocifero mientras retiro mis manos, se caga de risa. Núñez, más allá, ríe un poco tímido pero muy entusiasta. Y tú qué huevón, le digo; nada, responde, sigue tu flecha brother, me río de ella. Cágate me dice ésta, cómo no si fuera tú, alcanzo a decir cuando los tres me llevan varios pasos por delante.

Damos unas vueltas por el parque Bonifatti, total legalize desde la postinfancia, vemos unos patros graznando los hijoeputas todo panas como si el parque estuviera infestado de marcas o narcos, en fin, nos sentamos alrededor de bancas circulares, ellas cruzan las piernas, nosotros encendemos un huiro, alguien menciona el puto hedor de la de rojo, y la de celeste se suelta un flete o gas intestinal que suele llamar: croac, ahí va un croac, dice, y oímos un reeet. Bailan los monos con sus elencos, mequetrefes sin gloria ni pena bajo el dominio danzante; ya man, me dicen, qué tienes contra todo el mundo, pareciera que todos te dieron por detrás y que por eso les guardas rencor; por detrás te voy a dar putifarrita le digo a la de rojo, la que más me está llegando al pincho. Oe, si vas a venir a loquear como imbécil de esta forma mejor saca la vuelta me dice la de celeste; hecho, digo y me dispongo a ir, ahí nos vemos putillas les digo; estiro el cuerpo, acelero el paso hasta la avenida Huancavelica, detengo un rojo Etupsa, subo, arranque señor cagarruta... 

Avanzamos muchas cuadras, llegamos a la universidad, damos la vuelta, ¿no bajas? me dice el cobrador, no, vuelvo, le digo y le alcanzo otra china, bien me dice. Emprendemos el regreso, veo el fundo muerto del porvenir así mismo muerto, la casa de los viejos, la Volvo, Evitamiento, el Parque industrial donde siempre la hacíamos, y por fin, Sumar. Se detiene el bus y suben los tres que despedí hace dos horas. Suben y al verme se precipitan, habla brother, me dice la de celeste, ¿estás en tu turibus, a dónde te largas?; a la jato, les digo, aya, oye mira a esta perra asquerosa me dice la de rojo, señalando a la de celeste, lo jodió al Núñez, se meó encima y ni siquiera se sacudió el barro porque luego se puso a revolcar en el piso como la puerca que es. Complacido por saber que todo sigue marchando bien, veo bien a la de celeste, me fijo en su rostro y cabello, la encuentro sumamente hermosa, ¿qué estuve viendo todo este tiempo, es decir, desde que la conozco?


Hola le digo; ¿hola?, me dice, ¿qué te pasa gonorrea?, me responde; estás asquerosamente bella, le digo lo más galante que puedo; sí claro, me corresponde, no se esperaba eso estoy seguro; ponte de pie, vamos a bajar, les digo a todos, a meternos un clavito con su traguito ¿les parece? Bien con el Curacón! gritan los tres.

Antes de bajar, veo el fango en el leg jean de la de celeste, y no aguanto más, me enamoro, lanzo mis gordas y venosas manos a apretarle ese par de nalgas de campeonato, ella se inmuta ligeramente y esbozando una sonrisa que no la dirige a mí, sino al conductor, dice, qué rico papito! a ver qué te parece esto más mi amor, y se caga ahí mismo, sin más, como si no pudiera aguantarlo más; el celeste se amarilla y el hedor me obnubila, amo a esta hermosa puerca.

Bajamos, nos cagamos de risa, caminamos un poco más, respiramos noche pura y humo y trago; llegamos por fin al local, ellas toman la delantera, muertas de risa, doblándose en dos; entran y dándonos un par de besos volados desaparecen tras la puerta. Nosotros entramos después de ellas, pedimos dos cervezas y algo de Jimmy Johnson; El grill "La pasión de Kristo" abre una vez más sus puertas a un Huaskayork ávido de decadencia y pudrición. Se presentan hoy, por cuarto mes, el dúo femenino "Hemorragia", perversas danzarinas de poesía corporal y muestra sensual. Somos sus fans y amigos y quién sabe muy pronto...



viernes, 15 de noviembre de 2013

SENTENCIAS

Todo estará bien, fuimos oyendo uno de otro conforme nos caía encima el mundo, vaciado quizá de la cuenca del diablo, y mírate ahora, ardiendo viva por la fiebre, yo por la desesperación ante la imposibilidad de volar o de volver a hacerlo. Nos duele tanto nuestros cuerpos, a mí más mi alma envenenada a sí misma conforme se hacen las semanas días y los días, horas. Suena Buddy, eso consuela? ya no tanto como hace años, meses, semanas, no tanto como cuando se me ocurrió pensar que lo haría.

Tú solo quieres estar en el foso, más y más al fondo, me dices todavía en el recuerdo de tu voz; no sé qué decir, en un primer instante la negación categórica fue mi instinto de supervivencia, ahora ya no sé, mi majadería para con la falsa dignidad que añoro de la muerte. Todo el universo ceñido a los bordes de un punto minúsculo como el que hago con un lápiz en el centro de mi mano, y en ese símbolo, toda mi vida reducida, reduciéndose más allá de lo posible. Acaso hay algo más cuando se quiere menos aún?

Mañana será el día, nuestro día, me canso de pensar en volver a decir por enésima vez, y sin embargo sigo creyendo en el verde de mi juventud perdiéndose tan pronto como arribo a las noches de mis mañanas que culminan ni bien inician. Mañana no existe veo, todo se detuvo desde aquella vez no sé cuándo, y el resto pura ilusión de hoyos todavía sin llenarlos con mi cuerpo, mi ser devenido a más que eso: cadáveres sin posibilidad de más.

Si yo tuviera oportunidad alguna, fui diciéndole al mundo, a mí mismo, pero decirlo fue en sí mismo la reina de las oportunidades, pues el que pueda recordarlo solo indica aquello. Ahora veo el manantial del pueblo del abuelo, y a Doña Ernestina siguiendo a Don Máximo, colina arriba, hacia la casa, en esta madrugada comandada por una gorda luna plateada, con nuestros caballos de ojos saltones más adelante, pensando qué bello es toda esta oscuridad. Quizá ahora en el lecho de sus tumbas esperen mi calma y sea mi entrega en fin de las penurias que desde ellos hasta esto, llegue a su fin.

Yo tengo miedo, lo dije por fin cuando ya no tenía más que decir respecto de lo que tenía realmente. Vivo con mi miedo para seguir viviendo, y eso se tiene que acabar estoy seguro, los medios los tengo claros, el modo todavía, la alegría y calma ya casi. 

Vuelvo, vuelvo, entonces vuelvo a ustedes ancestros, habiendo hecho para todo esto que me tocó, en cierto momento, lo mejor que pude, y consciente en lo que reste, de lo insuficiente que podemos ser para propósitos mayores que nuestros débiles cuerpos y mentes...


jueves, 14 de noviembre de 2013

EBRIO

En qué te has convertido hermano... Una vil rata que asume todo lo que pasa como cualquier mierda... Condicionada por todo lo que se refiera a tu sumisión... Y dónde quedó todo tu espíritu... dónde hermano de las mil cadenas quebradas, hechas amasijos de acero, pedazos de carne que con voces fuertes y amenazas se hiceron carne podrida para los buitres, permitirás el resto al antojo de lo improble...delo improbable...


sIEMPRE DIJE NO MÁS DE ÉSTO, de lo otro.. y mira... de hambre supeditado...esclavizado, m{as temeroso que cuando eras unas rata que solo pedía veneno...y sol la cama suplicaba verdad, un poco de vida y no más... KROKUS... DEMOLITION Hammer... y mi paz de guerra de paz, de libertad, de ser quienes creímos ser..Y mira...pura esclavitud...puras amarras...  mnjugyhj cgbfvfguyhjkilp´{8kuijyh gbfvcgtyhu7j8i,.lkumhij gfvcdxv9kloijuyhgtrfdsdfuyhijkjwhfkiuyhfqw,dr  NO SERÉ UNO MÁS...  VOS ME DISTE LIBERTAD,........ ROCKANDROLLL .....,. Y  PUEDO SENTIR.... NUNCA MÁS SOÑAR PR AQUELLOS QUE SIENTANJ LO MISMO....... SOMOS LOS PUTOS ESCLAVOS QUE A TU A TU CUARTO LLEGARON.......... GENTE CALLEJERA   Y QUE EN ESTA NOCHE...... SERÉ UNA MIERDA MÁS MIERD AMÁS...............OHOHOHOH...... DUERME MÁS....... NO PUEDO SENTIR... A DÓNDE IBA,,,, Y  MI IDENTIDAD,,,, QUIÉN ERA YO,,,,,,,,,,,,,M,KOJGT 1YU3D9N¿|3IW9CEUYG

martes, 12 de noviembre de 2013

DESDE EL CENTRO NEURÁLGICO DE LOS DISTURBIOS


Es el año 1992 en Los Angeles California, todo un chongazo por el caso de Rodney King, el primín que ha sido brutalmente golpeado por cuatro agentes de policía luego de resistirse a ser capturado por volver a robar estando en libertad condicional. El juicio contra los tombos les favorece, se agrieta la brecha racial, las aguas se agitan tanto como el Estigia; estalla el odio. Salen los neros a hacer destrozos (RIOT en inglés). En esta parte tienes que subirle el volúmen al "Revolver" de R. A. T. M. la banda de Zack porque la cosa se pone buena, mejor diría yo, salen a las calles (Normandie con Florence exactamente) y hacen de als suyas contra todo motherfucker que no sea negro, nigger, black, etc.
Piedras, tabazos, escupitajos, violence! O sea porque los jurados son blancos juzgan inocentes, o no tan culpables a los cerdos esos que sacaron al entreputa al primo Rodney?, ni cagando... Al respecto hay que poner en claro algunas cuestiones:

Los Angeles es la ciudad gringa con más emigrantes que cualquier otra según sé, casi la mitad son hispanos, luego otro gran porcentaje asiáticos y el resto de otras procedencias, de modo que la convivencia no a sido nada fácil, quizá este incidente haya sido el punto máximo de la crisis, pero lo cierto es que incluso hoy las cosas siguen siendo difíciles para quienes habitan semejante urbe.
Bueno, volviendo al chongazo, el jueves 30 de abril la violencia alcanza su máximo nivel, los saqueos, la arremetida de la policía, los incendios, las correrías de vehículos en descontrol, de bomberos desesperados, de helicópteros con periodistas sensacionalistas, la gente defendiendo sus negocios armados hasta los dientes, todo, todo se vuelve tal y como reza Exodus: STRIKE OF THE BEAST...

Te vacilas un poco má con las tomas panorámicas y con Zack y Gary en los parlantes, para luego preguntarte, y en mi país: VIOLENCE A TODO DAR EN LA PARADA, buscar, seleccionas, le das reproducir y otra vez a disfrutar, pero antes pasas por el puente: CHAOS IS MY NAME, en honor de los disturbios ocurridos en Montreal Canadá, por parte de decenas de punkies emchuchados contra la represión policíaca; y acomodándote mejor en tu sillita o donde estés viendo las imágenes, ríes y gozas con toda la mierda de la que podemos ser capaces como país sumido en esa encesidad, esa elección, ese modo de ser, de decir las cosas: Violencia. Piedras, palos, bombas lacrimógenas, caballos hechos mierda, revoltosos hechos mierda de caballo, ruido, griterío, llega la noche, en pie de guerra, los putos medios informando del daño que se le ocasionó a la "pobre" y "valerosa" policía, cerdos abusivos que si te pones a oír y ver bien los videos, a todo le añaden, conche tu..., nadie informa con objetividad, todo es mediático, como con el chongo en la selva hace unos años, que mataron uno o dos cerdos por quién sabe cuántas decenas de civiles desaparecidos, baleados y arrojados al río en pedazos... Pero dejemos el sentimentalismo, volvamos a la diversión animal... Ahora Acapulco, donde un huracán hizo de las suyas dejando a su paso desolación y destrozos, y donde por naturaleza asoma el saqueo como única opción contra el hambre y la desesperación de los afectados; y qué dicen los medios, salvajes roban centros comerciales, aprovechan la coyuntura para hacer de las leyes caso omiso.

Me prengunto al tiempo que me cago de risa, habrá gente estúpida que considera aquello como salvaje?, es decir, en un momento de crisis como después de lo de Pisco no vive ciudad alguna en nuestro país, no meterse a sacar lo que se pueda de esas putas y gigantescas tiendas que por más que pierdan todo lo que tengan en uno o dos de sus locales, seguirán siendo ricas, inmensamente ricas? Es obvio que sí, por eso le das retro a tus videos y buscas el A LESSON IN VIOLENCE Y DESPIERTAS!!!!!


Encantador de serpientes!
(RATM)

Satélites, un par de espejos,
y un hombre sin un hogar con un caballo,
y un jinete, y un asesino listo,
astuto silencioso en error y vocal en proyectores mintiendo siempre aspirando en una botella de, ese líquido dulce, indulgente
 ¡avaricia oh sí, avaricia oh sí! avaricia oh sí! ¡sí! ¡sí! ¡sí! ¡sí! 
tu amistad es una niebla eso desaparece cuando el viento vuelve a dirigir
¡tú! ¡sí tú! Engendraron expectativas, el alma empapada adentro, la escupida y la orina
¿y conseguiste hacerlo donde?
a un santuario que es un infierno americano frágil un sueño vacío una visión egoísta,
horrifica pasado encendido como el más mortal de los virus machacamiento en ti y de tu profesión ingenua 
no te hagas ilusiones muchacho vomitar todos los ideales y sirve duerme, despierta y sirve y apenas no pensar la estela y el servicio justos ¡sí! ¡sí! (canal izquierdo - 26 años en esta etapa) ¡sí! (eres 26 años en esta etapa) ¡sí! tu amistad es una niebla eso desaparece cuando el viento vuelve a dirigir ¡tú! interesado en ti, interesado en ti interesado en ti, interesado en ti....

lunes, 11 de noviembre de 2013

Hacia la biblioteca

Por alguna extraviada razón los renuentes sueños sobre la madre muerta, ratas peludas blancas y violetas y rocas tóxicas envueltas en parafina y papel de liar, conducen mi ánimo al mismo punto en el que me cago de melancolía, esa maldita enfermedad tediosa y avasalladora con la que ya no puedo luchar y a la que le daré la soga y cabra de toda esta comedia. Si ahora me dispongo a partir otra vez, dos cosas, estoy jugando a los viajecitos y soltando las últimas amarras de mi barco en esta orilla. Maldito el pesar por no tener asegurados mis días a cierta cantidad de cobre que me permita entre otras cosas irme arrojando el sombrero por la borda mientras beba el trago de mi copa con la calma del cielo azul y el verdor del bosque que a lo lejos alcanzo a ver en la OTRA ORILLA.

En un momento tan crucial como éste, donde ya no me quedan ni la tolerancia ciega del amor enfriado, ni los medios con los que valerme para determinar mi próxima parada, ni la energía para seguir en pie intentándolo, lo que haré será retomar a Reinaldo Arenas y su Mundo alucinante, hasta retorcerme de hambre y sueño en las banquetas de la biblioteca, saliendo a fumar de rato en rato con los centavos que casi se extinguen en mis bolsillos. Después volver donde ya no me quieren porque no hay otra, o tal vez sí?   

Llamar, caminar, abordar, implorar, cerrar ojos, ver el mundo desde una ventana, imponentes dolmens y vehículos varios corriendo desesperados en este laberinto de ratas.

Hacia la biblioteca entonces... 1PM.....VOY.

sábado, 9 de noviembre de 2013

Volviendo a lo de mi escritura

Me apena tanto corroborar mi defectuosa escritura; me apeno al tiempo que una suerte de resignación se consolida en mi ser. Releo y reescribo algunas cosas sin lograr nada interesante ni digno de la literatura como la concibo. Pienso en la poca gente para la que signifiqué o significo agónicamente algo, alguien, y en su ausencia y mutismo, con intención y sin ella, veo otra vez el fracaso. Mis relaciones sociales definitivamente están en un frasco al fondo de la memoria, la cual se obstina en sepultarla bajo el adobe de mis tóxicos recuerdos. Sin embargo eso no importa, creo, debo creerlo, pues si voy a estar solo como vengo estando, y no solo en el sentido filosófico, sino literal, absolutamente real, entonces debo extirpar esa sensación de melancolía y desasosiego por ello. Pero para mi habitual condena a la autotortura mental necesito de ese delicioso dolorcito cada que me encuentro negado a todos, cerradas las bocas y gestos y ojos de quienes decido abordar. El caso particular de esta ciudad para la cual soy un perfecto extranjero. No funciono de ningún modo, y eso que no siendo introvertido, lo antisocial se me da solo cuando bordeo los límites de la locura artificial. Eso apena al tiempo que corrompe mi alma, mi humanidad; ya no creo en la solidaridad ni el compañerismo, todo es un cúmulo de nostalgia, un gran banco de reminiscencias e ilusiones marchitas respecto de mí mismo dentro de grupos de gente, jóvenes, adultos, qué sé yo. El quiebre en mi ser con la tolerancia, la paciencia, la hipocresía, la zalamería, es indudablemente irremediable; lo veo y ahora lo acepto. 

Volviendo a lo de mi escritura, siempre pienso en volver a empezar, incluso dándole cácuti -como dice el buen Dante al acto de finiquitar algo o alguien- a todo cuanto hasta ahora escribí. La idea me consuela y reanima, puesto que si empiezo de cero no tendré que seguir cargando con el cúmulo de mis tentativas a medio fracaso, ensayos de grafomanía trunca, intentos burdos y seudorománticos por ser, trascender, dejar de ser lo que soy, de odiar a quienes odio, o de extrañar a quienes añoro. No obstante el vacío pesa más, pensarme en cero, anulado, vuelto a la partida, no me parece muy acertado que digamos; quizá en parte por el ego que todavía albergo y del que me valgo para seguir caminando frente en alto, suelto de huesos, un poco orientado hacia el alpinchismo y la vida orillada respecto del resto. De modo que un dilema de atasco. Sin embargo ya lo hice, decidí echar al olvido cuanto escribí y preocuparme en adelante de cuanto escriba. Mis propósitos resultan los de siempre, mi ideal del mismo modo, escribir lo más cercano a la idea que tengo sobre originalidad; aunque sea quimérica tal propuesta, pues qué es original, ya nada, casi nada, de todas formas lo seguiré haciendo, quizá restándole importancia un poco a la fantasía para concentrar fuerzas en torno a la objetividad para con los personajes, entramados, conflictos y desenlaces.

jueves, 7 de noviembre de 2013

DEPRAVADOS




Recolectores, pescadores y nómadas, esa era mi gente. Ahora son los grandes malls lo único que nos queda para subsistir. Manny tiene siete meses de embarazo, la felicidad que esto implica se opaca y disminuye y transforma con nuestras correrías entre las miles de tiendas y rostros de gentes que no hacen otra cosa que ser ajenos. No a nosotros, sino a todo cuanto creemos importante, o creíamos; por ejemplo vender el agua o cobrar por el aire acondicionado. Nosotros cuando éramos cinco a principios de este año, ni bien pisamos este suelo, nos reíamos de sus modos de vivir, ataviados, preocupados, tristes, o locos. Y ahora que los observo desde esta baranda en el octavo piso, me suenan a miseria, miseria que sé bien cómo jode, miseria del alma, de vagar sin rumbo ni esperanza por la tundra, desde enero hasta agosto, sin comer otra cosa que no sean raíces y frutos secos, congelados, aves muertas o huesos que los zopilotes fueron tan amables en dejar no tan roídos. Ahora nada, luces y luces y fritura y grasa, más grasa, hasta el atasco de venas y corazones.

Hoy no ha probado bocado alguno, luce bastante mal, pienso en mi hijo ahí dentro, sé cómo llamarlo, tengo planeado qué decirle sobre el mundo, cómo recibirlo, pero nunca he pensado en lo contrario, siempre me pareció algo a lo que nunca dedicaría un segundo de mis pensamientos; sin embargo tengo que hacerlo, todos los días mientras se retuerce de dolor al caer la noche, trato de arroparla lo mejor que puedo pero este invierno que parece solo afectarnos  a quienes vivimos en las calles, es implacable, le arranca lamentos y lágrimas duras y pesadas que me demuelen y desesperan; entonces salgo pegando el brinco en busca de más cobijos o cartones o gente a la que arrebatarle sus pomposos abrigos. Estoy harto, hay días en los que quiero salir corriendo colina abajo hasta el puerto, subirme a un barco y ver qué me depara el mar. Pero no puedo hacerlo, los deseos e impulsos de liberarse de las responsabilidades no es algo que pueda hacer sin despedazarme en mortificaciones y conflictos. En esto tienen tanta culpa mi estilo de vida, como el estilo corrompido de esta sociedad que se empeña en aferrarse a ciertas cosas que alguien, algunos, determinó importantes e impostergables. Infundiéndote la idea de que más allá solo estará la vida para hacerte pagar tus faltas y omisiones. Por eso callas, sollozas, sufres, reniegas, te aturdes de comida y trabajo, vejez y parálisis.

Decidí no tenerlo, y para ello mis manos hurgan dentro tanto como pueden, voy a arrancar su cabeza desde afuera y para cuando llegues, servir las frutas podridas que anoche cogimos de los estantes diluidos con los sesos y carnecita de su cuerpo. No ser una mujer, una madre, un ser dador de amor sin límites, me complace en demasía, porque como a ti, me exime de todo. Yo solo quiero andar liberada y con la capacidad de reírme de todo, no así, hecha un lastre, un pedazo de carroña que hay que alimentar, abrigar, cuidar, velar, no, ¡basta!

Bien, así que lo abortaste, no te juzgo mujer, pero sabes, al ser destruido el cúmulo de mis esperanzas no me queda nada, me convierto en un animal salvaje guiado únicamente por el instinto de sobrevivir, y en esta etapa, tú no cuentas.

Te vas, bien, mejor, no quiero andar oyendo lamentos y hubieras, pero eso sí, deja de llorar y mirarme de esa forma, tomaré la ruta al sur, y por favor no me sigas. Adiós.

Estuvieron exactamente aquí, bajo este letrero, pasaron la noche sin dejar de gemir de frío y de hambre. Yo me acerqué para ver si podía ayudar, me echaron con violentos ademanes, los dejé, pude haberlos echado pero me compadecí, ese par de locos parece no haber comido en semanas, y con el frío que hace los hubiera mandado a una muerte segura. Ahora, sobre la sangre en el muro y la extraña plasta dentro de la bolsa de plástica, no sé nada, juro que no estaban allí cuando los vi partir, alguien más dejó eso.

Un rastro de muerte, una señal nefasta para la humanidad: los sesos, huesitos y carnes de un neonato, con dientes podridos y cabellos canos y ensortijados de anciano. ¿Comprensión, repulsión?, eso y más, quiénes éramos y en qué nos convertíamos como especie. Era tan desalentador ver aquello y sobretodo saber que nada podía hacer para sanar mi alma herida de tanta crueldad. Debí vagar hasta muy tarde para poder organizar mis pensamientos en torno a esto, qué nos pasaba, no podía aceptar un mundo así. Y qué iba hacer, ¿cambiar el mundo, exterminar el odio, la sed de destrucción del hombre? No podría aun si inmolaba todos mis esfuerzos para ello, no podría, nunca podría hacer nada significativo para el mundo, todo lo que la vida me ofrecía era esa molesta sensibilidad para con la desgracia humana. Y más que un don, sentía como un enorme pesar, no poder hacer otra cosa que lamentarme, retorcerme por incapacidad de hacer algo.

Y así, días, semanas, gentes y rostros yéndose y viniendo hasta mi vejez en la que vencido por el peso de mis viejos huesos, caí una tarde cuando me disponía a bajar las escaleras rumbo a la autopista, quebrándose en su totalidad mis piernas y cadera. Eran alrededor de las cinco de la tarde, en menos de una hora caería el día y la gélida noche instauraría sus régimen. Vencido por el extremo dolor, decidí tratar de reír, como para darle distinto rumbo a mis pensamientos. Me hallarían en uno o dos días, muerto por el dolor antes que por el frío.

 Ochenta y cinco años de una vida renuente en la lamentación y la queja, confinada a su humanidad y ceñida a su civilización. Nadie pasó durante horas, si siquiera algún perro, todo cuanto oía eran vehículos raudos sobre el asfalto y el frío abrazando mi cuerpo deteriorado. De pronto unos pasos, una sombra, dos cabezas, dos seres, él y ella, cabellos largos y prendas despedazadas, y garras en el cráneo, garras como las de los buitres, gruesas y negras. Y entonces, incapaz de pasar inadvertido por el extremo dolor que me hacía gritar dieron conmigo.


¡HUMANIDAD DEPRAVADA!


Canibalismo en el centro de la ciudad. Los restos de un anciano aparentemente consumidos por dientes y manos y bocas de depravados fueron hallados esta mañana, cuando Doña Felicia se dirigía a su trabajo. Rápidamente convocaron a los medios y la policía. El caso no deja de sorprender a curiosos y expertos pues al parecer la víctima tenía entre sus pertenencias, el conjunto íntegro de los huesos de la mano de un neonato. Algunas informaciones apuntan a determinar el caso como un acto de magia negra o tráfico de órganos; se investiga exhaustivamente.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

COMPRO EL ARBOL

CAMINO A NINGUNA PARTE, MUERDO EL POLVO, ME APLASTA EL FRIO POR LOS COSTADOS, SUMERJO MIS BRAZOS EN MI ENJUTA CORPULENCIA. CONVENCIDO LO SUFICIENTE SOBRE MI MOLESTA COMPAÑIA PARA ALGUNOS, ACEPTO MIS SORDOS PASOS SOBRE LAS ACERAS ESPERANDO HALLAR CON LA MIRADA GACHA, UNA MONEDA PARA UN CIGARRILLO O UNA PAVA PARA LA CABEZA....RECORDANDO mis últimos días, éstos o tal vez otros, estoy acabado, mis últimos 20 soles arrugados al fondo del único bolsillo y mis ojos leyendo aquello:

VENDO ESTE ÁRBOL

Un viejo y deshojado álamo, tan alto como las puntas de mis dedos cuando me paro de puntillas. Llamo al dueño, 19 soles nada menos, está bien, conserve el cambio, me lo llevo, nada de eso, el árbol es suyo tal y donde lo ve, ni cortarlo ni trasplantarlo, después lo que quiera; oiga me toma el pelo, para nada, adelante, es suyo, vaya, lo espera, ande no sea tímido...

Y ahora qué, hola árbol, déjame darte un abrazo, soy tu nuevo dueño, pagué por ti todo lo que me alumbraba, de modo que habrá que hacer algo, qué tal si me trepo y trato de hacer allá arriba mi cama...te parece?

Bien, como no puedo encaramarme sobre tus ramas, será tu tronco mi almohada y letrina y pizarra, y como tampoco puedes moverte, mi tumba.

Ha sido bueno ser tu dueño, pero tengo que partir,que nunca te derriben ni injerten, como hoja seca me alejo de ti, sin 20 soles ni posibilidad alguna de comprarme otro mejor que tú, adiós...

Y PENSAR QUE FUISTE MÍO, AHORA TE VEO DESDE ESTA COLINA, INSIGNIFICANTE, INMUNE A LA INMENSIDAD DEL MUNDO, DE MI MISERIA...

CAMINO...


martes, 5 de noviembre de 2013

Absorbido por Bradbury.... tomando notas, extasiado, feliz...


"-Allá está la Tierra -apuntó Clemens, sonriendo-. Aquel punto luminoso.
-Eso no es la Tierra. Es nuestro sol. Desde aquí no se ve la Tierra.
-Yo puedo verla. Tengo buena memoria.
-No seas tonto. No es lo mismo -dijo Hitchcock bruscamente, algo enojado-. Quiero decir verla de veras. Siempre he sido igual. Cuando estoy en Boston, no existe Nueva York. Cuando estoy en Nueva York, no existe Boston. Cuando no veo a alguien durante todo un día, ese hombre no existe. Cuando lo encuentro en la calle, Dios mío, es como una resurrección. Casi me pongo a bailar. Me alegra tanto verlo... Me acostumbro, sinembargo. Dejo de bailar. Miro solamente. Y cuando el hombre se va, deja de existir, otra vez."

"Siempre pensé que uno muere todos los días, y que los días son como cajones, ¿comprendes? Y no hay que volver atrás, ni levantar la tapa, pues uno muere un par de miles de veces, y deja un montón de cadáveres, todos con una muerte distinta, y con una expresión cada vez peor. En cada uno de esos días hay un yo diferente, alguien a quien no conoces, o no comprendes, o no quieres comprender."

"Todos somos tontos, aunque todos los días de un modo distinto. Pensamos: ya no soy un tonto. He aprendido la lección. Fui un tonto ayer, pero no esta mañana. Y al día siguiente descubrimos, sí, que también ayer éramos unos tontos. Sólo podemos progresar y desarrollarnos si admitimos que no somos perfectos y vivimos de acuerdo con esta verdad."

PASEO rigor mortis


Qué otra cosa prueba el hecho de andar colina abajo, atravesando las primeras casas, bancos y centros comerciales, rumbo al puerto Menin, y una vez allí esperar suba la marea para desde el entablado soltar las piernas hasta sumergirlas en la espuma blanca y violenta y esperar se refresquen porque desde anoche que te arden como si hubieras caminado sobre magma. Qué otra cosa puede ser sino la inquietud removiendo cada centímetro de células necesarias para salir sin más porqués hacia el agujero de Tom, a quien por casualidad viste en la víspera; y una vez dentro qué más puede implicar el hecho de tenderle la mano y como saludándolo decirle a qué fuiste. Nada, no prueba nada, pues el sujeto que ayer o el mes pasado vino, yace muerto en el baño que da a tu habitación, antes en el sofá donde ahora recuestas tu nervioso cuerpo. Ahora eres otro, claro, él y tú lo saben por eso apuran las palabras, obvian ciertos modos y solo respiran concentrados en seguir el ritmo habitual; aunque claro, ya no sean las palabras las correctas o los gestos peor. 
Tienes la cabeza introducida en la vasija de su madre, buscando las cerillas que él te indica deberían estar, y tus brazos, algo retorcidos para atrás solo logran apoyarse en el borde de la mesa mientras tu cabeza perdida en el agujero. Pero nada de esto importa verdad, ¿relatarlo? ¿describirlo?, para qué, el propósito sabes cuál es en realidad, darle una forma al caos que sucediéndose en tu imaginario, tratas de interpretar para comprender mejor, qué sucede contigo, o conmigo. Ya no puedes sonreír y pensar que estabas mejor horas antes, sentado como cada mañana, bajo el roble del abuelo, leyendo o hurgándote la nariz, o hasta tratando de arrancarle melodías al viejo cacharro que es tu guitarra; no puedes pero tratas mientras Tom toma tu brazo, hace lo suyo, y tú coges lo tuyo y le haces to suyo. Tal vez estén acabados, eso ya no es discutible, nadie cree en ti ni en él, esta vez lograron acopiar los trastos necesarios para dar con el monto adecuado y dándole de clavos a las tablas sobre las puertas por dentro, no salir las próximas dos semanas, es cuanto puedes planificar. Entonces que nadie diga nada por el Junkie Dreams  o el Atravesando todo límite cuando suenen más allá de lo tolerable, ¿ok?, ¿nadie?
Hasta entonces buen Franz, llama si sobrevives, sino por favor ten la delicadeza de prever que cubran tu hediondo cadáver con los Buen Salvaje que le obsequio a Tom para facilitarle obtenga una guía de lecturas.

Hay gente, gente extraña, invidente, que puede viajar en el mismo bus con un hombre muerto, te dices, y lo escribes. El cadáver los observa con sus ojos secos, imperturbable, algo sarcástico por cómo se mueven los ojos de los vivos, qué dicen sus bocas y hacen sus pies ridículamente enfundados en zapatos de cuero negro, sin lengüetas sobresalidas ni agujetas blancas. Sonríendo con su mueca rigor mortis, tomando un brazo que tiene al lado y asustándole: Buenos días, yo voy al sur, ¿y usted?

Ni modo, ves a toda la manada subiendo y bajando y tú siempre arriba, sin destino, sin paga, sin honor al mérito. Intentas pensar en la luz verde que serás cuando llegues, si es que lo haces, pero están tus huesos doliéndote, tu cabeza implosionando, desinflándose como una naranja aplastada por puños de acero; y no puedes contener la risa. Qué gracioso todo esto, tu pasado remoto y más ridículo que los zapatos aquellos, tu funcionalidad caduca, tus honores hechos mierda, tu respetabilidad y reputación por el inodoro, tu cuerpo enfermo y decadente...¿romántico verdad?

Y ves árboles sin ramas, suelo agrietado, montañas de arena; tus pies en medio, atravesando el infierno, hambriento, sediendo, polvoriento, sobretodo eso, polvoriento, y cada vez más, sepultado, enterrado vivo, arañando piedras y brazos, estás, ya no estás, duele, dolía, ya nada, oscuro, muy oscuro...