domingo, 27 de mayo de 2012

Mirenlo

Cuando recapacitó y observó a su alrededor, ya nadie estaba, es decir, nadie que a él le interesara, y no es que él fuera de esas personas que consideran invisibles a quienes no le interesan, no, solo que sus ojos no hallaban alguien digno de mirar, de engancharle la mirada, para miles de fines entre los cuales estaba el más importante: amarlas, o en todo caso, asesinarlas.

En estas cavilaciones notó que su falo protestaba con asiduidad su introducción a un cuerpo femenino, y como aquella era lo que menos había, bueno, estaban la viejas chancrosas y las niñas peladas, de modo que las posibilidades eran mínimas, así que empezó con su rabieta llena de hubieras, de inculpaciones a terceros a eventos fuera de su alcance o llenos de su responsabilidad, para paliar el nefasto sentimiento que infundía el saber que no le interesaba a ninguna mujer que a él le interesaba, , y entonces se preguntó si valdría la pena seguir esperando como a Godot, la espera se prolongaría inmune hasta el final, hasta que compruebe por sí mismo que esta realidad no tenía para él nada más que ofrecerle que un poco de aire, una que otra satisfacción pichirruchi y mas nada, y con al megalomanía a cuestas y metida hasta el tuétano, por insanía o simpel convicción, imagínense, el tipo estaba seriamente afectado, así que embriagado por detención de sus ideas, dejó de teclear en su blog, pagó el alquiler de la cabina, se dirigió hacia la casa ajena que habitaba desde reproducido, recogió lo que quedaba de su disfraz, se lo puso, salió a la calle y arrojóse a las ruedas del tren, su sangre manchó el asfalto pero dibujó una hermosa silueta humana, que difícilmente se borraría en los próximos minutos.

Su realización tornóse exitosa, su trascendencia fue tan contundente que mírenlo, hasta la gente se aglomera para juntar sus pedazos, o robarse sus pertenencias, y el viento indiferente pasando de largo, y allá  a lo lejos, dando una mirada y escupiendo al río, como quien dice: pobre huevón, uno más que no entiende que la vida está fuera de sus fantasías humanas.