Si durante cuatro minutos no
arriba alguien, él daría una bocanada más del tubo aquel que emanaba una
especie de mus gris, tan extraño como delicioso; lo cual implicaría arruinar
las posibilidades de llevar a cabo el usual intercambio de códigos verbales.
Pero esos cuatro minutos ahora era solo uno, y descendiendo; es cuando te
detienes a ver todo siendo absorbido por el centro de un pequeño agujero negro
Hawking, ya saben, no la posible asociación con alguien en particular o cierta
parte de uno, claro que es obvio pero debe comprenderse que ustedes me
entienden. Transcurridos tres minutos más de
tu marca, qué más puede importar, sean mil.
Hoy se apertura otra Feria del libro de Bogotá, estoy convencido de lo putamadre que debe ser estar ahí. Oí los discursos respectivos de cada representante y autoridad y blablaba. Me llamó la atención un detalle en el de Mario, dijo con claridad y énfasis: Confío y espero que los jóvenes colombianos y españoles produzcan literatura que jamás podrán imitar las máquinas. Y es que el Nobel habló con profundidad de la guerra al parecer ya desatada entre el hombre y el robot. La demencia por la edad es notoria, aunque sea en un ápice, para un hombre como él que cuida la salud de su mente de un modo nada corriente; su lucidez casi al final decae vertiginosamente, como sus semblante; o sus manos con dedos pálidos y fríos; y a pesar de todo, sigue siendo un madafaka traidor a la patria(cuál patria me pregunto de inmediato, ah bueno, traidor solamente), por decirlo de otro modo. THANKS FOR NOTHIN´man, nosotrs también te queremos mucho por el galardón?, no, por el descubrimiento de putas y corrupción del poder en nuestros gobiernos, gran novedad, tsss. Esta huevada más y otros salpicones de lo mismo como el presidente colombiano diciendo: Julio Román Ribeyro, y lo peor de todo, que le gusta mucho. Seguramente, fueron los avistados por mis ojos queriendo saltar de sus cavidades durante el minuto final de mi espera.