Y hoy te diré algunas cosas sobre Bruce Brookshire, el genial vocalista compositor y arreglista de los legendarios rocksureños Doc Holliday; te diré por ejemplo que no tardes en revisar su página web http://www.1docholiday.com, donde hallarás en la pestaña que anuncia los nuevos trabajos de este maestro de la música, baladas medulares como How can you live y hasta mejores. No descuides ni un disco de su banda y ahora que recuerdo, repara en Jim Cato, uno de sus nuevos lanzamientos que la verdad ahora que lo oigo me siento satisfecho por haber optado por él antes que por Amanda Cooksey, ya sabes, artistas countries, melancólicos y con vidas de mierda tras de sí, digo mierda por referirme a hogares destruidos, disfuncionalidad evidente, envilecimiento de la virtud hasta niveles salvajes o infrahumanos. Espera, Amanda es mejor que Jim, acabo de descubrirlo, perdona las molestia. Como decía, antes creía que el blues lo era todo en materia de expresión de tristezas magnánimas como aquellas que surgen más bien de la propia factoría interna que algunos regentamos dentro de nosotros, por puro gusto con la tortura espiritual, el destino fatal o quién sabe por qué; lo real es esto: música triste como Country Guy de esta genial vocalista, y hermosísima por cierto, sino solo mírala y degusta de la belleza pura y el talento nato: http://www.amandacookseymusic.com
Tanta música que no alcanza la paciencia ni la atención necesaria, hay que alimentar el alma que se devora a sí mismo conforme tratamos de rellenar sus agujeros producidos por sus propias manos, por eso a veces tratando de ser nada para olvidar el miedo al todo, nos abalanzamos con total desparpajo sobre los estatutos quo, los preestablecidos modos de existencia como ciudadano, campesino, o simple ser humano de la aldea global; el resto es historia conocida y revivida hasta el hastío. Mejor te recomiendo la otra rola de Amanda que está super profunda, la veo sentada a la orilla del Missisippi, viendo un rojo atardecer y respirando el aroma del sur desde sus botas llenas de polvo y su chamarra cuarteada por el inclemente sol que integra para el caso de ella, sus ojos, su pelo, sus manos, su guitarra, tocando Hypnotized, qué otra canción podría cantar sino ésta. Y es que sucede lo mismo que con los libros, ¿recuerdas lo del magnetismo literario de cuando entrábamos a las librerías a leer un poco con el cuento de trabajar vendiendo cabra por liebre? Pues bien, lo mismo con la música, ahora haces click en alguna canción, cambias de decisión ni bien la canción seleccionada racional e intencionalmente empieza a sonar y optas por la sin razón o lo contrario a la lógica y esto, la maravillosa música de Amanda, así como de Bruce y Doc y todo aquellos que son capaces de detener la lluvia de agua o de sol o de hielo, porque vienen a uno, no va uno hacia ellos, ellos vienen, entonces se trata de amor, de qué otra cosa podemos seguir hablando, todo es amor o nada lo es. Y ya sabes lo que pienso de la nada a pesar de su infinito poder, nada de nada. En cambio la música, cómo podría decirte lo que significa si está exento de significación, es pura sensación y sentimiento tal vez, o más que eso estoy más que seguro, extraviado mejor, en todo este océano de incoherencias y placer, dolor y esperanzas de solo música... ¿Y tú también verdad? Confío y creo que sí.
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