Hoy es un día para celebrar la actitud transgresora. No seré ni un segundo el mercader que cumple su horario y su función a cabalidad, me cagaré de risa cuando me vean no hacer lo que deba y por el contrario, ponerme a leer cuando no deba, o abrir lo que debe estar siempre cerrado, o sonreír cuando deba estar serio, inclusive molesto; porque me jodes, me joden con su debes hacer esto o el otro. No señores, hoy voy a celebrar un día más de la actitud rebelde, porque no tenemos que conformarnos con nada ni nadie. Sino aspirar a más, a más de lo que podamos soportar sobre nuestros lomos o bajo nuestros pies o frente a nuestros ojos. Hoy reproduzcamos sin parar a Facundo, sin terminar ahí la cosa como dice él, y diseminemos su caudal rebelde hacia las multitudes, aunque claro, siempre haya nada entre tantas cabezas negras o verdes o amarillas, nada donde cobijarse, nadie a quien dirigirse con pureza y honestidad, o nadie de quien volver a seguir siendo quien fuimos. Pero eso ya no interesa, hoy tenemos que celebrar trabajando, caminando a paso largo, a bocanada inmensa, a sonido brutal de música extrema, hay que celebrar la vida siendo la vida misma. Ahí vamos!
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