De manera que ocultándote haces justicia a tu capricho. Solo
me senté sin molestar a aprovechar de algún modo el tiempo que no aprovecho (aprovechamos)
en producir algo, por muy nimio que te resulte o parezca o como sea. Yo deseé
hablar en cierto momento, y luego sonreí (enhorabuena) y seguí mis designios.
Alguien que no está a nudillos impetuosos, casi desesperados, en un momento
crucial, indispensable como aquél, qué puede decir sobre yuxtaposición firme y convicta
en torno a un eje menos banal y por eso necesario y justo. Nada ¿no es cierto?
Entonces no jodas y déjame en paz con mis amanecidas testarudas y escritos sin
futuro; y sal de tu escondite para prepararme el café y hacerme los masajes ¡Sal de una vez!
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