martes, 2 de diciembre de 2008

No importa

¿Qué te impide hacerlo?, nadie nos ve, es cierto, ni nosotros mismos nos vemos, todo está totalmente oscuro y silencioso. Pero es que algo detiene mi mano, debe de ser mi consciencia, bah!, tonterías, eso no existe, y si existe, deséchalo y hazlo de una vez, espera, alguien viene, es mi madre, no nos encontrará, no ves que está muy lejos, ni cuenta se dará; se está acercando, creo que viene hacia acá, tienes razón, casi está corriendo, mírala, con sus acortados pasos y su encorbada espalda, mantiene la cabeza erguida y sin dar volteretas, trae una linterna en mano, ya casi llega, espera, no es mi madre, no conosco a esa señora, ¿si?, sí, ella no es mi madre, está muy vieja y fea para serlo, pero entonces, quién es, no lo sé, pero, ¿esta es tu casa verdad?, la verdad no lo sé tampoco,desperté acá, tú me hablabas, tenía el revólver entre manos, bien sujeta, más no recuerdo.


-¡Ladrones!, lárguense de aquí, antes que llame a la policía...
- espere señora, le digo levantando los brazos, no es lo que está pensando, oiga, qué le pasa, por qué está corriendo...
-¡policía, policía, socorro,me quieren matar, un asesino en mi huerta, auxiliooo!
-¿matar?, ¿a usted?, no, cómo cree, espere, le explicaré; estoy dentro de su casa, la puerta está abierta, la vieja salió disparada hacia la calle, estamos en problemas, sí, me doy cuenta, es ahora el momento oportuno, dale, tira del gatillo, ¿ o prefieres ser detenido por ladrón y asesino?, ¡no!, no soy nada de eso, entonces hazlo ya, espera, tú no me estas ayudando, por qué insistes en que tire del gatillo, ¿y si me niego?, además, ¿quién eres?, nunca te había visto antes, ah, con que esas tenemos, claro que me conoces, llevo tu sangre, o bueno, llevaba, tú fuiste el que me empujó esa mañana por la ventana, ¿qué cosa?, sí, hermano, no creas que olvidé eso, me borraste de este mundo cuando apenas tenía unos días de nacido, fuiste tú, desgraciado, ¡ahora hazlo ya!, ¿Antonny?, eres tú, pero por qué no puedo verte, te siento cerca, hasta siento tu respiración, ¿dónde estás, Antonny?, responde, vamos no era mi intención, también yo era un bebé de 2 años, ¿crees que tenía consciencia de ello?, ¿estás acá?, ¡contesta!, esto es ridículo, pienso, escondo el revólver en mi bolsillo y me dispongo a salir de aquella lúgubre casa.

Maldición, la vieja volvió, me acercaré y hablaré con ella, ¡no te me acerques!, demonio malvado, ahora vienen por ti, pagarás todos tus delitos, ¿vienen?, quienes, usted no me detendrá y acusará falsedades señora, yo me largo, ¡apártese!, ah no jovencito, primero sobre mi cadáver, porfavor señora, puedo apartarla de un golpe, no me provoque y evitese daños, crees que te tengo miedo, con peores ratas he lidiado, toma esto, qué rayos le pasa, porqué me golpea, te lo tienes merecido ladrón,asesino, y nada más espera a que lleguen las fuerzas de la justicia, quedarás hecho una basura, ah no, ahora si se pasó, se apartará o le lleno su arrugada panza con una bala, hazlo, vamos, estoy muy vieja como para temer morir, vamos, hazlo, ¿usted también?, esta bien, me subestimaron, sonría despreciable anciana,-¡bang!,-¡ayyyyyyy!, -jajajaja, ¿creyó que la mataría verdad?, no soy lo que usted cree señora, déjeme salir y olvidemos esto, ¿olvidar esto?, ¿asi como olvidaste lo de tu hermano?, no lo permitiré, ¿que?.


Hoy es lunes, y estoy parado sobre este entablado, con una soga al cuello y oyendo las palabras del cura, no encontrarón mejor castigo que este, para un asesino como yo, dos muertes en mi haber, mi hermano y mi tía. No importa, tuvieron lo que merecían, y yo también.



Kevin.

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