Finalmente había enloquecido, y no al modo clásico de perder noción de la realidad, todo lo contrario, toda realidad tangible se volvió hiriente para sus sentidos, y también lo subjetivo, ese aspecto de la vida que solo sentimos. Desfilaban por sus ojos cerrados toda su vida en pequeños recortes sin conexión aparente, pero vinculados por la inminente toxicomanía; y he ahí el agente enloquecedor. Al principio fueron varias las ocasiones en las que pudo retirarse y montar de nuevo una vida normal, apacible y responsable; pero tan pronto como la erosión de ciertas ideas en torno a sí mismo hicieron mella real sobre su mente, se fue cayendo a pedazos la realidad que construyó durante diez años. Una banda musical sin remedio, un círculo social asociado únicamente a él por la maldita ingesta de dichos agentes; relaciones furtivas con mujeres a las que solo pudo darles un poquito de sí, al principio por egoísta y luego porque ya no quedaba gran cosa en la despensa de sus sentimientos, más que para dedicarse a pensar en un final abrupto y consecuente con el tipo de vida que venía llevando. A pesar de ello, conforme pasaba el tiempo, fueron cobrando forma los desaciertos y ligerezas que devenían de la incertidumbre con ellas, digo incertidumbre porque él siempre andaba en duda, si a lo mejor habría alguien más, y muchas más; pero siendo honestos, el mundo es tan árido para quienes se dedican a agotarlo con ilusiones y alucinaciones, que para darle la contra o quién sabe, para compensar ese desbarajuste con la normal marcha del resto, muestra sus afilados dientes de indiferencia y ciclomanía, que todo da vueltas, que nunca se sale cuando ya se esta afuera, y esas cosas mundanas. Y entonces le llegaron los hijos, hijos por los que no hizo gran cosa. En su mente enferma consideró el darles vida como suficiente, grave error porque el mundo civilizado no perdona, y aunque con él sí se hicieron a la vista gorda, con los suyos no, y en breve se oiría la sentencia, el encierro forzado, las ratas humanas de ojos rojos sodomizándolo y machacando su cuerpo....Pero qué es el cuerpo cuando la mente ya halló un camino, y la de él estaba en marcha hacia los cielos por decirlo de algún modo. Decidió no salir más del castigo impuesto por la ley, por no trabajar, por no producir los medios necesarios para la supervivencia, aunque claro, ningún trabajo que él realizase estaría considerado como tal, y por ende ni un centavo a cambio, quién pagaba por palabras sin formato ni rumbo, quién daría algo por estas palabras sobre él, acaso hay alguien, ni siendo el dinero una sucia alimaña necesaria y carente de brillo, le correspondería un centavo, porque para algunos las cosas no significan nada cuando se ha tomado la ruta hacia el cielo, y por más que viviera mil años durmiendo plácidamente, no habría el dinero suficiente para costear sus insignificantes gastos. Qué porquería seguir escribiendo esto, el tipo enloqueció al modo fatal, ni las correas ni el sanatorio podrían ser sus salidas, nada, solo el curso infinito de este río de insanía, eso y nada más, pobre tipo, ahí va cabizbajo, resecas sus lágrimas, sin derecho ni al aire que respira, menos al reflejo del agua, pero esperen, alguien rema por él, no está solo, es más, más allá lo aguardan con ansiedad y jolgorio, quiénes son esas personas extrañas, por qué le toman de brazo y lo llevan en hombros a la orilla. Qué está sucediendo?, por qué ahora su rostro se alegra, qué le insta a abrazar esos cuerpos, a besar esos rostros, a reír con ellos, es que su viaje ha dado con un lugar mejor? Oh, qué imagen más conmovedora, es su familia, la familia que perdió hace siglos y que ahora por fin reencuentra, dónde estuvieron todo este tiempo, por qué tardaron tanto en dar con él, estaba a punto de perder la vida remando resignado hacia la oscuridad del vórtice y ahora mírenlo, feliz como un niño en su cumpleaños, saltando y haciendo gestos que ocasionan la ternura general del resto. Vaya qué emoción, mejor tomaré una fotografía para conservar el momento y así hacerlo eterno, aunque inanimado... Felicidades Kevin, hallaste tu lugar, y aunque para ello lo perdiste todo cuanto hay que tener para estar vivo en este lado del río, se te ve feliz y radiante ahora que comienzas a brillar emitiendo esa luz intensa que te eleva junto a los tuyos hacia las montañas de ingrávidas siluetas, más allá de la tierra de los Yahoos, más allá del Edén y hasta del extremo más lejano de nuestro multiverso, eh ahí por fin tu lugar, tu hogar, no vuelvas a cometer la locura de volver, ya viste que acá no hay nada para ti, nada que no sea veneno o frustración o minúsculas satisfacciones e insatisfacciones, en cambio allá donde brillas y brillas, lo tienes todo, una irrealidad quimérica que todo lo alcanza y no necesita más. Te voy a extrañar hermano, ahora tendré que volver solo con mi fotografía en la sien, y contarles a algunos que yo vi a un hombre hacerse luz en el cosmos, que yo vi a un hombre hallar su verdadero lugar en el universo, que vi a un hombre capaz de soportarlo todo y transgrediendo todas las barreras, lograr reincorporarse como en verdad era, una fuente eterna de luz, un todo. Adiós Kevin.
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