jueves, 30 de enero de 2014

MITO O REALIDAD

Siempre me pregunté si tendría sentido aquello de avanzar un metro durante el día, y retroceder dos durante la noche. No lo tiene. Hoy que fue conectar una noche con la punta de una mañana y atando el nudo ponerlo al hombro para probar si aun se mueve el barco; y la mierda de saberte siempre falaz, débil, enfermo, ignorante, incapaz de dotarle formas mágicas a la horrorosa realidad que ves, vives, infundes. 

Y pues, 7 DE OCTUBRE señores, una montaña de rocas agrietadas, donde entre sus intersticios habita la miseria y la irracionalidad en sus formas menos frecuentes. Un par de pies sosteniendo un cuerpo sentado detrás de un sujeto a punto de metamorfosear en alienígena a cargo de una motonave de ínfima categoría; unas monedas cayendo junto al polvo desprendido del cerro hacia las mugrientas palmas heridas de un padre o hijo o hermano de nadie y ningún vil hijo de puta más que El asesino...

No estamos dándole la forma idónea, hay mejor una loma verde, llena de árboles y arroyos cristalinos. Y un hombre buscando el amanecer desde la víspera, y alcanzándola en la cima de su gloria, en el cénit de su bienestar; y una vez teniéndola bajo el brazo, arrojándola colina abajo, rumbo a la tumba de las olas; para por la noche ir otra vez por ella...

Malditos sean dioses y sus estúpidos planes, váyanse a la mierda!

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