jueves, 6 de junio de 2013

NC

Mentiría si dijera que me hago al loco al tratar de contener la explosión por toda esta frustración. Si se trata de soportar en adelante eventos como los que hasta ahora voy sopesando, tolerando... no señora, no! renuncio, así no trabajo yo, así no vivo (Mátate de una voz, no vez, voz, o cállate los dedos;(/&()==?¡##$$&%//(()==??)(&%$$##) te diste cuenta que van cuatro jueves que sigues en lo mismo y nada?)...
Yo paseo, divago desvarío, hasta traiciono por ser aire, por ser viento, pero cargar a cuestas porque sí, porque no hay de otra, con la nada, con la rabia de plástico, con la depresión inventada y sostenida en  nada, no, yo no, es más, dejo la litera y la alforja libres y hasta limpias y libres de polillas, para que otro las use, sé que le serán de gran ayuda, de todas formas nunca los necesité, tal vez en un inicio a la litera, donde entre otras cosas deseaba, no salir más y hacerme sonido, mezclarme a la atmósfera y respirándome a mí mismo hasta luego de volver a exhalarme sin reparo alguno, desaparecer.


Todavía duele pensar en algo como es inevitable extender la mano ni bien llegas al centro del torrente del río, buscando de dónde asirte; todavía digo porque no tengo otro camino veo, inclusive esto que escribo y con sabor a queja, tarde o temprano, tal vez en unos instantes más o menos, desaparezca en su concepto de queja y se hagan silencio, la mejor figura de la libertad humana, la ausencia, y es que no siendo más importante el hombre cuando muere en lugar de lo contrario, por más que hagas lo que hagas, para qué chucha seguirle dando, ya no queda nada en la pava, son solo espasmos llamados buenamente: Buscadera. 
Ya comprobé que ni entre la grama, o bajo las piedras o entre las personas, queda nada, absolutamente ha sido consumido todo indicio de aliciente, estoy como Crank cuando su corazón ni con sexo electrhípico logra mantenerse autosuficiente; hermosa parábola para quien se tiró el suelo incluso antes de cobrarlo. Es finde mes y estamos misios, es mi día libre y estoy más prisionero, atado, comprimido, ya no quiero imaginar qué pueda pasar después, no hay desesperación de la que pueda excusarme para dejar de escribir, pero entonces se me ocurre: Y si escribir es la manifestación de aquella desesperación? Entonces querido amigo, amiga, padre, madre, tú que estás leyendo esto, y sin herir tu armonía en este lindo viaje, te digo, para que no quepan dudas,  NI CAGANDO.

No hay comentarios: