"Cuando despertó. El dinosaurio todavía estaba allí."
He conocido a otro grande, de ahí el gustito por escribir este pedacito en su honor. Es Tito Monty, como decido sobrellamarlo. Míster Taylor y su cabecita reducida guiñándome cómplice luego la rápida lectura de su vertiginosa historia, sobre el sistema que rige un continente y sus mágico religiosos pueblos: latinoamérica. Guiño irónico, fabulesco y reivindicador en simultáneo; guiño que sin mellar al pálido y trivial parpadeo, instó a reconocer en la pluma de Tito, ese sello de clase que a su vez es símbolo, rostro, por no decir voz, puño artístico de nuestro continente respecto del mundo; de Europa por ejemplo, que hace ratito nomás me voló los sesos, con la aparente sencillez y ausencia de profundidad dorsal, a juzgar por la supuesta simplicidad que suelen tener los libros para jovencitos; de un genial John Boyne ("El Niño de pijama de rayas") que voy degustando también, no sin dejar el deleite casi subyugado al inicio por el estado de alerta a lo predecible, pero enseguida destrabado con las primeras líneas , porque ese señor, el irlandés Boyne es... cómo decirlo, demasiado! Nunca tanto dirán, pero sí, tanto y más... Boyne y Monterroso, cosecha frugal de este Dormingo poco usual. Buen par de hit!
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