jueves, 10 de octubre de 2013

GLEB

El hijo de puta, marica de maricas que se hizo músico entre curas y basura cristiana, lanzando su dardo final. Dolió, pero bueno, que mi madre se retuerce en su tumba avergonzada de la cagada que soy, que no la dejé morir en paz, qué risa, sí pues es cierto, y su verguenza te aseguro vil mojón de perro, tiene que ver con el hecho de no haber resultado como por ejemplo tú resultaste: un subnormal humanoide, cuyo principal motivo es saber si algún día le darán por el culo o será él quien dé; cosa de maricas revejidos. Lo cierto con mi madre se remite a dos circunstancias:
1.- Cuando ella inicia la cría de su primer hijo, está sola, en una nueva etapa de su vida donde ya no hay más un hijo de puta que la torture, y cosa irónica, resulto ser el hijo teórico del abuelo y el práctico de hijo de éste. De modo que la tarea no será fácil, pero ahí está ella, dispuesta a darle cara a la adversidad hasta que...
2.- Cuando el cáncer le arrebata el futuro, y le proporciona la seguridad mortal, al inicio se desespera, entristece, pero decide creer en dios y su poder, y se entrega. El cáncer sigue, la mata. Yo inicio acá mi papel real.

Como se ve, las instancias a las que recurro para de alguna forma explicar lo que sucede en torno a mí, está sustentada básicamente en esas dos causales circunstanciales.

He arribado a pubertad avergonzándome de vivir donde vivo, de conocer a quienes conozco y ser quien soy. Primer paso en la revolución, detesto mi realidad.

A la adolescencia llego del brazo del rock como libertad, como estandarte de rebelión y rabia por un mundo que no me corresponde y al cual obviamente no corresponderé jamás. Qué me importan los vínculos sanguíneos, si tuviera que justificar o explicar este punto, creo que mi padre, otro hijodeputa, sería el indicado para responder sobre la importancia de la sangre, la misma sangre corriendo en otros cuerpos. Qué me importa la realización profesional, familiar, personal. Comienzo a visualizar en el arte una posible treta contra la idea vaga en un inicio y tan real a la fecha, de la muerte como solución a la negación, al nihilismo autoimpuesto y descubierto desde mi tribuna de acción.

Entonces me conozco apasionado sin límites; y decido escribir sobre eso, pero a la par voy consumiendo sustancias que agravan mi afán de desligarme con este mundo, cosa que jode un poco teniendo en cuenta la normal rapidez que me correspondió antes de hacerlo. Pierdo estribos, suministros, confianzas, moral, estabilidad, respeto, esperanza; la gente deja de creer en mí por así decirlo, los familiares mucho antes, los conocidos poco a poco, derribados por mi nefasta influencia, como si en sus vidas representara el cuerpo purulento de un perro sobre la mesa en pleno desayuno familiar.

Me sitúo en un momento donde he dado vuelta al mundo, es decir al que tengo en este país, o al que me espera, y pienso un poco desgastado por mi acción violenta contra mí mismo, y también fortificado, macerado en la filosofía donde anclo mi existir. Debo renovar mi ser, incluso destruyendo mi cuerpo, ascender a demonio espectro, terror de la niñas ouija y maricas como tpu, Gleb, para que desde mi dimensión pueda por ejemplo propiciar todo para que un pobre imbécil parecido a ti, sea quien recoja los pedazos de su hija en el basural de su inmunda ciudad. 

En fin, son días cruciales en los que hallarme reinventado en otras personas es urgente. Conseguirme los medios para seguirles dando por el culo a ustedes mundo de mierda, es la prioridad. Por lo demás, los libros señores, los libros y mi soledad y mi odio y agresión. 

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