Condenados
por nuestros ojos,
vemos el cáncer bajar de los cielos.
Muerte
en forma de dama oscura,
película de Bergman,
que nunca termine de ver.
Donde están los ángeles
que parecen cuervos
Donde están los cuerpos
de de fantasmas chamuscados.
Me levanto o suelo
salir de mi letargo;
veo a la gente ignorante como yo
bajar de la colina,
Oigo a un yonqi,
Meterse en una discoteca algo de cocaína.
Suelo citar a mi amante
el gran enfant francés;
propongo ser como la estrella distante
del sudamericano escritor afincado en Blanes.
Solíamos ser dos,
Pero solemos ser tres,
imitamos sentirnos pecadores,
reos confesos.
Sodomía; tintero vacío
eyaculaciones precoces,
hemorragia, de coágulos secos.
Hablo con estos fantasmas,
Que vieron el Efel, bajo
las mismas nubes de Baudelaire.
CARLOS CALLE.
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