lunes, 7 de diciembre de 2015

En honor a Phillip K.Dick

Todo empezó a salirse de sus manos....las drogas, la tecnología, los libros que nunca terminaría de leer ni descargar...entonces asomó la opción: ¿Preferirías vivir en alguna de tus fantasías? 

-No en una, en varias
-De acuerdo, en las que quisieras, dímelas
-No soy alguien muy sofisticado, solo quiero vivir en una isla de arenas blancas y sol continuo, y pasarme el tiempo ingiriendo drogas sin deteriorarme y eventualmente follar con mujeres hermosas y voluptuosas..ah, y no olvide la música, siempre unas enormes bocinas retumbando todo el lugar
-¿Me tomaste por genio de la botella? solo te dije que lo dijeras para saber cuán jodida es tu mente, eso nunca sucederá, hazte ver con un siquiatra o algo parecido.
-Sabía que era una broma, pero lo dije, ahora lo sabes, ahora existe no solo en mi mente.
-¿Y?

El miedo es el factor fundamental, creemos que el placer pero no, el miedo. Cualquier asunto humano se justifica en el placer, pero se edifica en el miedo. Solemos creer que no, o engañarnos, solo mírate, óyete, qué piensas cuando te imaginas en un mundo perfecto, no es acaso uno en el que no hay miedo, miedo a morir, a no ser feliz, a no crecer, al fracaso, etc. etc.

Ahora solo tengo que atraer ese modo de conectar mi mente con la información del mundo que me rodea de manera mucho más sistemática y eficiente. Intentaría explicártelo de una manera que pudieras comprenderme, pero sería inútil, no serviría de nada, solo te digo que mientras me oyes (o lees) ya sé de qué va tu asunto. Ahora, si eres un libro, o la fantasía de alguien más entre palabras, mediante ese modo que te menciono, sería factible leerte, conocerte sin leerte, sin verte ni saber de ti.

Es domingo, perdón, lunes, ¿o jueves? No importa, es de noche, afuera está oscuro y acá completamente iluminado, está la tv transmitiendo escenas sexuales no explícitas, no veo genitales, más acá una computadora que reproduce un documental sobre Phillip K. Dick como profeta de la ciencia Ficción, escucho a medias, no veo ninguna imagen, pienso en un programa de radio y de pronto todo se funde y mi mente es esto, oscuridad, luminosidad, pornografía y tecnología de inserción de realidades alternas. 

Ahora estoy caminando en busca de ella, he de hallarla como no me lo imaginaría jamás: follando como un conejo con el actor de la película que creí ver. O estoy acostándome creyendo poder dormir y estándolo antes de darme cuenta y hablando con un señor que luego de decirme algo tan ingenioso que podría escribirlo pero que al tratar de evocarlo ya no está, es más nunca sucedió, ni siquiera en sueños. 

Ahora subes las escaleras y abres la habitación donde crees estar, no estás, no hay nadie. Quién es ella, quién es él, es acaso un espejo lo que ves, acércate, qué ves, ¿nada? Entonces date vuelta, ahora sí puedo verte yo que estoy frente a la computadora en la que en el documental sobre el escritor norteamericano hablan sobre universos múltiples. Y él lo sabía, dice el narrador. Tú también, sabías que no había un espejo invertido ni nadie a quien no encontrar al volver, porque sabías también que no tenías que salir porque todo era parte de la masa fundida de información a partir de Phillip. 

Más real que la realidad....y la irrealidad...mucho más.