De pronto Paul se sintió furioso; habían burlado sus derechos, esto no podía ser posible, perdería el año y todo porqué, porqué un imbécil hijo de puta olvidó ponerle una nota, y lo culpaba a él de no haber cumplido con sus deberes. Apretó sus puños y escupió lo más lejos posible, algo tenía que hacer al respecto.
El alcalde acomodaba su corbata frente al espejo; ya eran cinco días que no conseguía conciliar el sueño y hoy se marchaba apurado una vez más.
-Querido, trata de llegar temprano, los niños te necesitan.
-Sí mi vida, haré lo posible, mírame, ¿estoy con aspecto de querer quedarme divagando por ahí?, estaré en casa antes de las seis, alístame el baño y una buena taza de café, mi cuerpo no soportará un día más sin dormir, hasta luego. Le dio un beso en la frente, cerró la puerta y se dirigió a su auto, subió, encendió la radio. “Una vez más, nuestro alcalde muestra su incompetencia y poca capacidad de ejercer gobierno, cediendo a los antojos de los otros alcaldes; ¿es que acaso tiene miedo?, ¿a qué le teme?, lo cierto queridos oyentes es que la ciudad se va cubriendo de más y más basura, pronto tendremos que transitar sobre inmensos muladares y tropezarnos con ratas y cualquier otra alimaña propia de la basura; oiga señor alcalde, muestre su autoridad y haga valer su papel, consíganos de una vez un lugar donde arrojar y tratar nuestros deshechos, oiga, le estoy hablando a usted, ¿que no me oye? , ¿Se refiere a mí?, sí, y deje de hacerse al tercio, ¿piensa que la gente tolerará más esto?, mañana mismo apedrearán su casa, se lo aseguro, y yo estaré ahí con dos grandes rocas en mis manos, lista para partirle el cráneo a quien se encuentre allí, ¿qué dices?, “y pasando a otras informaciones, una racha de asesinatos se vienen suscitando en nuestra ciudad, altercados cotidianos que con maneras más civilizadas se podrían solucionar sin terminar en inútiles derramamientos de sangre; un hombre mató a su vecino por que éste pateó un paquete de latas a su jardín, salió con un pico y se lo incrustó en el pecho; ¿qué nos pasa?, ¿será el hedor pestilente de la basura que por todos lados nos inunda?. Estoy alucinando, estoy seguro que la perra esa de la radio me habló de frente, como si me viera, estoy enloqueciendo, tengo que hacer algo ya. Pisó el acelerador y arrancó con rumbo a su oficina.
-Sí mi vida, haré lo posible, mírame, ¿estoy con aspecto de querer quedarme divagando por ahí?, estaré en casa antes de las seis, alístame el baño y una buena taza de café, mi cuerpo no soportará un día más sin dormir, hasta luego. Le dio un beso en la frente, cerró la puerta y se dirigió a su auto, subió, encendió la radio. “Una vez más, nuestro alcalde muestra su incompetencia y poca capacidad de ejercer gobierno, cediendo a los antojos de los otros alcaldes; ¿es que acaso tiene miedo?, ¿a qué le teme?, lo cierto queridos oyentes es que la ciudad se va cubriendo de más y más basura, pronto tendremos que transitar sobre inmensos muladares y tropezarnos con ratas y cualquier otra alimaña propia de la basura; oiga señor alcalde, muestre su autoridad y haga valer su papel, consíganos de una vez un lugar donde arrojar y tratar nuestros deshechos, oiga, le estoy hablando a usted, ¿que no me oye? , ¿Se refiere a mí?, sí, y deje de hacerse al tercio, ¿piensa que la gente tolerará más esto?, mañana mismo apedrearán su casa, se lo aseguro, y yo estaré ahí con dos grandes rocas en mis manos, lista para partirle el cráneo a quien se encuentre allí, ¿qué dices?, “y pasando a otras informaciones, una racha de asesinatos se vienen suscitando en nuestra ciudad, altercados cotidianos que con maneras más civilizadas se podrían solucionar sin terminar en inútiles derramamientos de sangre; un hombre mató a su vecino por que éste pateó un paquete de latas a su jardín, salió con un pico y se lo incrustó en el pecho; ¿qué nos pasa?, ¿será el hedor pestilente de la basura que por todos lados nos inunda?. Estoy alucinando, estoy seguro que la perra esa de la radio me habló de frente, como si me viera, estoy enloqueciendo, tengo que hacer algo ya. Pisó el acelerador y arrancó con rumbo a su oficina.
-¿A dónde vas Paulito?
-Me voy a la casa de un amigo a intercambiar libros, vuelvo al anochecer, hasta luego mamá. Se dirigió a casa de Danny, su mejor amigo, caminaron largo rato hasta la ribera del río y allí se sentaron a planear qué hacer.
-Mierda.
-¿qué?
-¿Conoces la casa del cabrón ese no?
-sí
-haremos esto: usaremos nuestras mierdas para decorar la fachada de su casa, ¿qué opinas?
-buena idea, así por lo menos daré por ejecutada mi venganza.
-el único riesgo que corremos es que nos atrapen mientras untamos la pared, así que uno será campana, y otro hará el trabajo en sí, como tú eres el agraviado, tendrás que hacer el trabajo, yo vigilaré por todos lados…
-espera, por qué no dejamos que la moneda decida
-ah no, te estoy dando una buena idea para que puedas vengarte y encima ¿quieres que lo haga yo?, de ser así, no participaré, quédate con mi idea, pero yo no iré contigo
-esta bien Coco, no te molestes, yo haré el trabajo, pero vigilarás bien ah
-de eso ni te preocupes; entonces ¿cuándo?
-hoy mismo, el maricón ese no está en su casa hasta las tres de la tarde, pero sí la puta de su esposa con su putita malparida, ¿qué opinas de una incursión nocturna?
-no lo sé, es menos visible, oportunidad y amenaza a la vez, esta bien, arrojas una piedrecilla a mi ventana a la hora que creas conveniente pasado las nueve de la noche ¿esta bien?
-esta bien, en ron se acabó, tengo diez soles más, ¿te animas?
-bueno, no tengo nada qué hacer. Se levantaron y fueron a la tienda por un ron de diez, cigarrillos y más pilas para la mosca de Coco, volvieron, se sentaron en el mismo sitio, pusieron un disco de los dioses Napalm Death, abrieron la botella, -¿y el vaso?, -¿qué?, ¿no lo tienes tú?, -no jodas, -carajo, bueno a pico nomás será, -me parece bien, -¡salud!
-Un documento para usted, Don Carlos
-gracias, puedes irte Rossie
-con permiso.
El alcalde cogió el informe y comenzó a leerlo;
““La Planta de Tratamiento y Disposición Final de RRSS, de Huancayo” Lastay, es una preocupación constante para los pobladores de la Ciudad de Concepción y de los distritos y comunidades campesinas del área de influencia del Proyecto. Estas últimas tienen como principal actividad económica la producción agropecuaria orientada prioritariamente para su auto sostenimiento.
Razón por la que hasta la fecha no le han dado la licencia social necesaria para su implementación, mas aún durante el proceso de análisis y evaluación del Estudio de Impacto Ambiental y Expediente Técnico se han encontrado diversas inconsistencias, errores de procedimiento administrativo y de orden técnico ambiental en los expedientes. Nuestro pronunciamiento se fundamenta en el pleno conocimiento, información y análisis del contenido de estos expedientes. Lastay hoy por hoy es una zona eminentemente agrícola y ganadera que da sustento a más de 100 familias del mismo anexo y del distrito de San Jerónimo de Tunán, estos agricultores han visto en estas zonas propicias para la agricultura por la existencia de humedales que a su vez desembocan en el río Achamayo, que es la fuente de riego para las plantaciones de papa, alcachofa y otros del Valle Azul. (Huaychulo, Matahuasi, Huanchar,etc.) Por estas y por muchas razones más, le increpamos a Ud. señor alcalde, ¡pare ya!, con este atropello, nuestro pueblo no va permitir que nos cubran con su basura, tendrá que matarnos a todos para llevar a cabo su malévolo proyecto”. Cuando el Alcalde terminó de leer el informe, cogió un lápiz y en una hoja aparte escribió:
-Área de influencia del Proyecto
-Auto sostenimiento.
-Licencia social
-Humedales
Se puso de pie y con la hoja en la mano se asomó a la ventana;
-Así que sus humedales son el impedimento, y necesitan licencia social para que podamos obrar sobre el área de influencia del proyecto y así evitar que su auto sostenimiento se acabe, pues entonces sabrán de mi licencia social. Volvió a su escritorio y cogió el teléfono;
-Rossi, comuníqueme con el comandante Espino
-Sí señor, ahora mismo
-Dime Carlos
-Hola Roger, iré al punto de frente; necesito un escuadrón de tus agentes más rudos y robustos ahora mismo, los quiero ahora.
-esta bien, ¿cuál es la misión?
-obtener una licencia social de parte de unos indios de Lastay para poder deshacernos de toda la inmundicia de nuestra ciudad
-uhmm, entiendo, ¿sabes que es trabajo sucio verdad?
-no hay nada sucio que no pueda lavarse con un buen aceite, ¿me entiendes?
-¿y el aceite de que precio es?
-como es un trabajo habitual para tu departamento, quizá unos tres palos verdes faciliten el óptimo desempeño de la misión, ¿qué opinas?
-buena suma, pero necesitamos un buen pretexto para actuar, ¿haz pensado en algo?
-eso déjamelo a mí, tú sólo espera mi señal, tendrás que escoltarnos hasta el lugar, ahí mismo te daré las indicaciones, ya sabes, palo, patada, puñete, y si se pone brava la situación, bala.
-entendido, así quedamos entonces, en una hora estaremos frente a tu oficina
-bien, hasta luego, hablamos.
-hasta luego.
-Así es hermano, la vi bien tomada de la mano del piltrafa ese que se hace llamar “Osquitar”, ¿pensó que me dolería?, jajaja , qué estúpida, como te digo, les arrojé la botella de plástico que tenía en la mano, el huevón se me acercó todo encendido, -¿qué chucha te pasa imbécil?, me dijo.
-¿y?
-esa, la que llevabas de la mano, es mi perra, le dije, anoche le di por donde ella más goza, aquel sitio estrechísimo, pero sin su autorización y por eso ahora está molesta conmigo, y cada que sucede eso, está contigo, pero no será por mucho, por que a ella le gusta mucho esto, y me agarré los testículos, ¿entendiste?
-¿así?, pues a ti no te va a gustar esto, y me mostró sus puños
-y se sacaron la mierda…
-qué va Coco, me empujó y ahí quedó por que estaba con unos amigos de la facultad, me quedé riendo y tuvo que marcharse nada más, pero no la volvió a tomar de la mano, lo dejé pensando en mi incursión a aquel sitio que ajusta, jajaja
-jajaja, claro, así son ellas, quieren manipularlo a uno, tenerlo a sus pies, y aplastarlos como a un gusano, exprimirlo hasta que no quede nada, y entonces se van en busca de una nueva fuente, ¿o no?, dime que no es así para volarte las muelas a golpes ahora mismo
-claro Coco, así son, pero siéntate, estas ebrio, no te vayas a caer
-yo no me caigo así nomás, sírveme otro lleno y te lo demostraré, y le demostraremos también al cagón ese de tu profe, que con los Bangers no se juega, hoy es el día en el que nuestros deshechos intestinales darán contra el rostro de la casa del marico ese, vamos …
-tienes razón, es el momento preciso, espera, nos queda aún dos rondas
-date prisa, que la sangre me hierve, y mi estómago anuncia evacuación
-listo, sécala
-ahhhh, qué rico ron, en marcha, a cagar al profe, jajaja
-Señores, nos hemos reunido en este hermoso día, aquí en el bello paraje de Lastay, entre hermanos de la misma nación, la grandiosa nación Wanka, para anunciarles que hemos firmado por fin el acuerdo mutuo entre ambos pueblos, el de Huancayo y el de Concepción, la licencia que nos autoriza como entidad pública al servicio de la comunidad, colocar la primera piedra de lo que será en unos meses la planta de tratamiento de residuos sólidos más grande la región, será aquí donde ahora estoy; esta planta además de solucionar el grave problema de la basura, dará trabajo a muchos de nuestros hermanos, mejorando así su calidad de vida, y haciendo de su auto sostenimiento más rentable y con más capacidad de adquisición, en resumen, haremos de este desolado sitio, un emporio industrial; y para garantizar la transparencia de este documento, está junto a mí, el señor Arquímedes Sanchez, presidente de la comunidad, quien pensando en el porvenir y bienestar de su gente, accedió firmar este documento, un fuerte voto de aplauso para él por favor, gracias. Ahora…; el Alcalde se disponía a continuar, cuando de pronto, de entre la multitud emergió un anciano, que para su edad, sorprendió a medio mundo con su rápido proceder, con tres grandes saltos, empujando y golpeando a la gente llegó a unos metros del pequeño estrado, se subió y se lanzó sobre Arquímedes, ambos cayeron, y sobre ellos, el personal de seguridad que resguardaba al Alcalde y su comitiva. El Alcalde retrocedió, sacó el celular y dijo: -Roger, ¡ahora!, y colgó de inmediato, se dirigió a su camioneta oficial, pisó el acelerador y condujo hasta su casa en Huancayo, sin detenerse.
-¡Atrás, retrocedan!, gritaba Roger dando macanazos por doquier, su escuadrón, integrado por veinte efectivos del orden estaba acostumbrado a este tipo de contiendas, pero esta vez se ponía grave, una avalancha de gente bajaba por las laderas de todos las lomas que rodeaba el lugar, armados con piedras, palos, fierros; su misión era controlar a la gente y evitar que acometan contra los regidores Fausto y López, quienes se encontraban aún sobre el estrado tratando de controlar la hemorragia imparable que brotaba a chorros del cuello de Arquímedes, y el anciano que gritaba: -¡soy Aquilino Concepción, yo maté a este traidor, sí, yo fui, por mi tierra, por mi familia!; se hallaba esposado y sobre el piso, boca abajo; Roger le rompió la nariz de un puñetazo y le arrebató el puñal con el que había eliminado al pobre Arquímedes. Comenzaron a retroceder, estaban cediendo, eran demasiados, tendrían que usar los perdigones, -¡fuego!, gritaban por allí, -¡las patrullas!, gritó Roger, y se movió con rapidez hacia ellas, tarde, las cinco patrullas estaban ardiendo y estallarían en cualquier momento, se enfureció, - ¡esta bien, ustedes se lo buscaron conchasusmadres, muéranse!, gritó y comenzó a disparar como un desquiciado a cualquiera que no tuviera uniforme, él nunca portaba perdigones; -¡nos están cazando!, gritaba la gente dispersándose por todo lado, guareciéndose entre los arbustos, corriendo por sus vidas.
-¿Estas seguro de que es esta casa?
-claro, bueno, sólo vine una vez y era de día, pero ya estamos dentro, no podemos volver, ¿ya llenaste el material?
-sí, esta tibiecito y listo
-bien, al parecer no está nadie en casa, mejor, pero no hagas ruido, ten estos algodones e introdúcetelos en la nariz
-esta bien, ¿empezamos?
-hagámoslo, trata de ser lo más rápido posible.
El alcalde dejó aparcada la camioneta frente a su casa, entró casi corriendo, subió las escaleras y se metió a su habitación, sacó el celular que no paraba de sonar, lo apagó y arrojó sobre la cama, se desvistió y metió a la tina, agua fría para los nervios, tiró su cabeza hacia atrás y respiró hondo, -todo saldrá bien, tranquilízate, se dijo. –Carlos, ¿estas en casa?, gritó Gloria desde la sala, -estoy en la tina mi amor, ven rápido. -¿Qué pasó, cuéntame, -ahora es muy pronto para saber realmente qué pasó, pero creo que algo malo, ven, dame un beso y quítate la ropa, -esta bien, Roxana aún no llega de la universidad, me dijo que haría un trabajo en casa de su amiga, -¿qué amiga?, -no sé, una de las tantas que tiene, pero cuenta, ¿qué pasó?, -Gloria, ¿tu me amas verdad?, -pues claro, ¿a qué viene esto ahora?, -no es nada, sólo quería oírlo otra vez, me gusta saber que alguien me ama a pesar de todo, -¿qué pasa Carlitos?, -ya te dije que nada, mejor hagamos el amor, -¿ahora?, ¿no estas cansado?, -sí, pero quiero hacerlo, necesito hacerlo, -me estas asustando mi vida, -no te preocupes, sólo hagámoslo, -esta bien.
Se zambulleron entre la espuma y en unos instantes Gloria salía del agua decepcionada, -me vestiré, dijo y se marchó. –Demonios, los nervios me están matando, pensaba Carlos, se puso de pie y se dirigió al ropero, revolvió sus ropas y sacó su preciada botella de whisky, volvió a la tina, bebió un gran trago, pero nada, se sintió aún más nervioso, sacó su billetera y de ella un chamo de cocaína, un par de tiros, -con esto bastará, pensó, nada, otro trago, otro tiro, otro trago, otro tiro, nada, arrojó la botella por la ventana y oyó cuando se partió en mil pedazos en el asfalto. –Cálmate, cálmate, susurró.
-Ya casi acabamos, me queda sólo un poco, esta ventana y listo, dijo Paul
-Sí, esto ya apesta, está muy silenciosa la casa esta para ser la de un catedrático, es extraño
-Lo mismo pienso, mejor vámonos de una vez. Arrojaron las bolsas de papel y se disponían a irse, cuando la ventana se abrió de golpe y Gloria sacó su cabeza, -¡ladrones!, gritó con todas sus fuerzas, pero el hedor fecal hizo lo suyo y Gloria no lo soportó, comenzó a vomitar. Ambos muchachos emprendieron la fuga a toda carrera, llegaron a la cerca de metal y trataban de trepar, pero el ron los tenía torpes y lentos, se caían y volvían a subir. Carlos miraba desde la ventana, -ah no, esto se pone muy grave, con mi casa si que no, fue por el revólver, abrió la ventana y disparó, Coco cayó herido, Paúl vio a Carlos desde abajo, -este no es mi profe, casa equivocada, carajo, yo me largo, dio un gran salto y logró trepar la cerca y como poseído por el demonio corrió calle abajo. Se detuvo a unas cinco cuadras, no podía más, se cogió las rodillas y jadeaba con desesperación, oyó un gran ruido, elevó la mirada, una muchedumbre enardecida venía hacia él, -¡que muera el asesino!, gritaban. Una camioneta se adelantó a toda velocidad, Roger bajó, sacó su magnum calibre 44, entró tirando la puerta, -Gloria, dónde esta Carlos, -Felizmente llegas Roggy, él está arriba, pero los ladrones están en el jardín, date prisa o huirán, Roger ni respondió y con grandes zancadas llegó a la habitación del Alcalde, derribó la puerta y ahí lo halló, aspirando cocaína sobre el velador. –Hola Roger, estuve llamándote, le dijo Carlos limpiándose la nariz, -¿así?, respondió Roger acercándose, y tomándolo de los cabellos lo arrastró para estamparlo contra la pared, -eso no se hace “amigo”, quemaron nuestras patrullas, maté a unos seis, a balazo limpio, dos de mis hombres muertos a pedradas, ¿y tú aquí feliz de la vida metiéndote esa mierda?, -puedo explicártelo Roger, no te alteres, ahora mismo te firmaré un cheque en blanco, sabes que tengo mucho dinero, -a mí no me expliques nada, comentó Roger, mientras el Alcalde firmaba el cheque, vienen por ti, -¿qué?, -sí, están a unas calles de acá, estas frito amigo, y ni pienses pedirme ayuda, que de antemano te respondo, vete al carajo y jódete. Roger cogió el cheque y se bajó apresurado, -hasta luego Gloria, ve por tu marido y ayúdalo a huir, por que dudo que salgan vivos de esta, -¿qué dijiste?, Roger, contesta, espera, qué rayos pasa, por qué no me respondes, ¡carajo!, ¡Carlos!
Llegaron como un ciclón, y en pocos minutos inundaron la casa entera, -¡muerte al asesino!, gritaban, destruyeron la casa entera, prendieron fuego a todo, pero no hallaron al Alcalde y a su esposa. Era la medianoche, y los bomberos apagaban las últimas lenguas de fuego. A unas quince cuadras, Carlos y Gloria viajaban en un taxi con rumbo al terminal, viajarían a Lima para no volver jamás.